¿Eres de los que pide prestada la cuenta de Netflix? ¿Prefieres escuchar música con publicidad en YouTube antes que pagar por Spotify? Si sí, ¿cómo están tus finanzas personales? ¿Hay abundancia o escasez? En la entrada de hoy te explicaré por qué, bajo mi punto de vista, quererlo todo gratis te mantiene pobre.
Antes que nada hago un par de aclaraciones, la intención de esta lectura no es invitarte a que consumas impulsivamente, ni tampoco que vivas por encima de tus posibilidades. Todo lo contrario, mi objetivo es que te conviertas en un consumidor-productor más consciente.
Queremos que nos remuneren por nuestros servicios pero no pagar por los de los demás
En otras palabras, queremos que nos paguen por nuestro trabajo pero cuando se trata de reconocer económicamente el esfuerzo de otras personas pedimos rebajas o bien que nos salga gratis. ¿Te parece una idea contradictoria? A mí el primero, sin embargo, es lo que hacemos casi a diario.
Imagina que eres un diseñador gráfico y que para trabajar necesitas X o Y programa informático. Te esmeras y terminas ese proyecto por el cual recibirás una cantidad de dinero pero, un momento, en tu pantalla del computador aparece un mensaje que dice Activar Windows. Y tu última búsqueda en Google fue Cómo activar Photoshop.
Aunque el relato del párrafo anterior parezca ficción estoy seguro de que conoces a alguien que conoce a alguien que le ha pasado esto. Queremos que nos paguen por el trabajo de diseñador, pero no queremos dar ni un centavo por las herramientas que lo hicieron posible.
El primer paso para recibir en abundancia es dar en abundancia
En este punto, puede que te preguntes qué relación guarda el que no pagues por Netflix y que craquees tu versión de Windows y Photoshop con que te mantengas pobre. No desesperes, sigue leyendo.
En este mundo hay verdades absolutas y relativas, las primeras son objetivas, las segundas no, porque varían de persona a persona. Por ello, lee la frase en negrita anterior las veces que sean necesarias hasta que te sientas cómodo con ella, ya que esta es una verdad absoluta.
Si somos unos tacaños que vivimos pidiendo prestada la cuenta de este o aquel servicio, si queremos rebajas en todo, ganar más haciendo menos… Si no sembramos abundancia, ¿cómo es posible que esperemos cosechar abundancia? Es ilógico esperar cosechar lo que no hemos sembrado.
Lo que le dices a tu subconsciente tiene más poder de lo que crees
Hay veces que no relacionamos los resultados que obtenemos con el estilo de vida que llevamos. Pensamos que estos se dan por algún factor externo que escapa de nuestro control. Cuando la verdad es que cada decisión que has tomado te ha traído hasta donde estás hoy. Y es aquí donde entra lo que le dices a tu mente subconsciente.
Al buscar rebajas en todo, quererlo todo gratis, no reconocer el esfuerzo de los demás… lo que te estás diciendo es que eres merecedor de lo mismo. De que menosprecien tu trabajo, que te paguen menos de lo que deberían. Por otro lado, muy diferente sería si tu actitud fuese la de remunerar como es debido la labor de los demás.
Recuerda algo, si existe un recurso que es un tesoro, ese, es nuestro tiempo. Por ello, no tendría sentido valorar más obtener un descuento que tener más tiempo para hacer otras actividades. Ejemplo: prefieres ahorrarte $5 en una computadora que tarda 30 minutos más en hacer el mismo trabajo que la que te cuesta $5 más.
Porque tú te lo mereces y porque vida solo hay una
Como te dije, no te estoy proponiendo que gastes impulsivamente ni que te sobreendeudes, no. Te estoy invitando a que cada dólar/euro que destines a algo, lo hagas concienzudamente. Sabiendo que estás pagando por aquello que mereces y, sobre todo, remunerando el esfuerzo de los demás así como te gustaría que reconocieran el tuyo.
Por todo lo antes dicho, ya sabes, paga por todo servicio/trabajo que agregue valor en tu vida y si así lo haces, ten por seguro que recibirás en abundancia. ¡Sé una mente indomable!
Vegano. Amante de los animales y los libros. Actualmente trabajo como Especialista en DevOps en alguna parte.
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