Hola querido lector.
Antes de que te adentres en la lectura de hoy, definamos, bajo mi punto de vista, lo que es ser empático. Una definición sencilla: comprender las fortalezas, debilidades y preferencias de la otra persona con la que se interactúa y, una vez comprendidas, estar en la capacidad de percibir la realidad desde la perspectiva de esta… Eh, se suponía que era sencilla.
En otras palabras, cuando hablamos con los demás debemos estar en la capacidad de hacerlo encontrando un sano equilibrio entre nuestra forma de ser y la de la otra persona. De nada sirve usar un lenguaje asertivo si dejamos de ser nosotros mismos. Como tampoco es útil comunicarnos como dictadores tratando de imponernos.
Tartamudear o usar muletillas al hablar no es un pecado
¿Eres de los que cree que para transmitir correctamente una idea debemos parecer ponentes profesionales o mentores motivacionales? Dominando el silencio y sin usar palabras como “eh” o “hum”… Pues entonces no has escuchado a Elon Musk exponiendo sus proyectos y, como dato curioso, consiguió ser el hombre más rico del mundo.
¿Cómo llegó Elon Musk a tener tanto éxito teniendo una forma de comunicarse tan particular? Puede que te preguntes. Son muchos los factores pero, para mí, tres en especial:
- Escuchar con verdadera atención. Reflexionar y luego, si es necesario, responder.
- No exigir a los demás lo que uno no está dispuesto a hacer. Si Elon pide que sus colaboradores trabajen 100 horas semanales es porque él o lo hace o está dispuesto a hacerlo. Hubo temporadas en las que dormía bajo su escritorio.
- Creer siempre en sus proyectos, así estos fracasen una y otra vez. En más de una ocasión estuvo próximo a la bancarrota.
No pidas disculpas por interrumpir, simplemente, no interrumpas
Como definí en el inicio de esta entrada, un verdadero líder empático encuentra el sano equilibro entre su forma de ser y la de la persona con la que interactúa para exponer de manera eficaz sus ideas. No trata de imponerlas, no es reacio a escuchar pensamientos que entren en conflicto con los suyos. No interrumpe cada dos por tres para dar a conocer su opinión.
Puede que pienses que es una tarea que requiere mucho esfuerzo y, de hecho, lo es. Pero, de no hacerlo nos convertiríamos en el típico jefe que exige pero no entrega lo mismo, con una mente cerrada que piensa que no existe más verdad que la que él dice y que no permite que nadie más exponga su punto de vista.
Construir un equipo de trabajo de ensueño toma tiempo, exige de nuestra parte estar en la capacidad de comprender la forma de trabajar de cada colaborador y, en base a ella, establecer una comunicación efectiva y equilibrada donde conseguimos persuadir al compañero, sí, pero lo hacemos sin imponer ni interrumpir y siendo nosotros mismos.
No trabajes solo por ti, trabaja para todos
Un verdadero líder empático antepone los objetivos grupales a los propios. Sí, sé que hacer esto cuando no eres propietario de la empresa es más complicado pero, lo puedes hacer en la medida de lo posible. ¿Cómo? Lo que pasa por mi mente es qué haces ante un fracaso, un líder se centra en aprender de él y se pone en marcha nuevamente. Un jefe buscará culpables sobre los que dejar caer todo el peso.
La palabra que más he repetido durante esta entrada es equilibrio. Ser empático no significa perder tu identidad, al contrario, es tener el superpoder de comprender que cada colaborador tiene su forma de trabajar, su personalidad, su manera de recibir la retroalimentación y, comprendido todo esto, empaquetar nuestro mensaje dándole la forma adecuada para que sea bien recibido y entendido.
En definitiva, si quieres ser un líder empático como Elon Musk:
- Habla menos y escucha más.
- No pidas lo que no estás dispuesto a hacer tú.
- No solo las victorias son en equipo, también los fracasos.
- Adapta tu mensaje de forma genuina según la persona con la que interactúes.
¡Sé una mente indomable!
Vegano. Amante de los animales y los libros. Actualmente trabajo como Especialista en DevOps en alguna parte.
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