WhatsApp, no eres tú, soy yo… llegó el momento de despedirnos

Photo by Christian Wiediger on Unsplash

Tengo curiosidad por saber lo siguiente, de las veces que abres WhatsApp en el día, ¿en cuántas de ellas consideras que lo haces conscientemente? Es decir, ¿tienes un espacio en tu jornada destinado a revisar tus mensajes? Yo no, y por ello, le digo adiós a WhatsApp… Me encontré, más de lo que me habría gustado, surfeando entre conversaciones y estados de manera reactiva, en otras palabras, abría WhatsApp por impulso.

Por ahora, me he planteado alejarme de dicha plataforma durante, al menos, 1 mes. Ah, también decidí incluir Instagram. Tomé la decisión de encontrarme cara a cara con mi aburrimiento. Dejar de lado la idea insana de que debo estar constantemente haciendo algo. No te mentiré, puede que aproveche el tiempo y lo use para acercarme más a mis metas o, quizá, simplemente exista. Que de vez en cuando también es necesario.

Antes muerto que aburrido, ay, que aburrido, ay, que aburrido…

¿En qué momento fue socialmente aceptada la idea de que debemos estar haciendo algo a cada instante? ¿Por qué huimos del aburrimiento? Si no hago esto, hago lo otro, sino esto otro. ¿Y si solo existimos? O, en otras palabras, nos dedicamos a ver el tiempo pasar. Y ojo, que esto te lo sugiere alguien muy interesado en lo relacionado a la productividad, eficiencia y eficacia… pero, que también lee bastante sobre felicidad y equilibrio.

Si nos fijamos en los animales no-humanos que nos rodean, podremos comprobar que no siempre están siendo “productivos”, hay momentos en los que solamente “existen”, en los que se dedican a apreciar la vida y lo que esta tiene para ofrecerles. Sin embargo, el animal humano, la especie más inteligente según dicen los expertos, no para de hacer, hacer y seguir haciendo. Si nunca se detiene, ¿cuándo tendrá tiempo para la reflexión?

No hacer nada conscientemente de vez en cuando también es saludable y, sobre todo, necesario

En una sociedad donde todo parece ser urgente e importante, donde el trabajo se antepone a todos los demás aspectos de la vida, ¿cómo podría alguien plantearse no hacer nada de manera consciente? Sería tildado de vago, holgazán, perezoso, sanguijuela… Y todos los demás adjetivos que se te ocurran. Aclaro algo, yo no te invito a que no tengas metas, a que dejes de ser productivo, sino a que, cada tanto, te “entretengas” haciendo nada.

Claro está que debemos cumplir con nuestras responsabilidades, y no solo hablo de las laborales. Sino las que incumben a tu salud, como hacer ejercicio, descansar y comer bien. A la familia, compartir tiempo con nuestros seres queridos, entre otras… Considero que la idea que te quiero transmitir queda bastante clara: haz cosas sí, acércate a tus metas, también… pero siempre ten espacio para simplemente existir.

No hacer nada cada tanto, puede ayudarte a ser más productivo

Retomo la idea principal de esta entrada, usar WhatsApp para evitar el aburrimiento, al estar sin hacer “nada”. Si tienes la costumbre de llenar de actividades cada espacio de tu jornada diaria, ¿en qué momento tendrás la mente lo suficientemente despejada como para producir ideas brillantes? Seguro que si lees un poco más acerca de aquel artista que tanto te gusta, verás que sus obras nacieron en un momento de “aburrimiento”.

Resumiendo, no te invito a que desinstales WhatsApp como yo hice, pero sí a que lo utilices de una manera más consciente y responsable. Crea un espacio dentro de tu día para revisar tus mensajes y, sobre todo, no le temas al aburrimiento, como te dije, de vez en cuando simplemente existir no solo es bueno, sino también necesario. Escapa del pensamiento de que una buena vida es estar haciendo cosas constantemente.

¡Sé una mente indomable!