¿Qué harías si hoy fuera tu último día…?

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Saber la fecha y hora exacta de tu muerte, ¿te imaginas? ¿Te haría sentir más tranquilo o más angustiado? Inconscientemente tendemos a sentirnos inmortales, eternos. Sin embargo, la fragilidad es la principal característica de la vida, podemos perderla en cuestión de segundos. Por ello, me llena de curiosidad saber… si hoy fuera tu último día, ¿te irías tranquilo y agradecido por lo vivido y con quienes compartiste tu tiempo?

Si te paras a pensar, desconocemos muchas cosas acerca de la muerte, con todo, sí hay algo que tenemos claro, si acaso nos llevamos algo de este mundo, no son nuestros bienes materiales. Es fundamental comprender que existimos para vivir y sí, suena obvio, pero muchas personas se dedican solo a sobrevivir, a ver cómo se les escurren sus mejores años entre los dedos. Habrán estado 80 años en esta tierra, pero vivido, bastantes menos.

El momento perfecto ni existe ni llegará nunca

Aceptando que la realidad es neutra, y que esta solo adquiere el significado que cada uno le da a través de su interpretación personal, concluimos que el momento perfecto no existe ni llega como tal, sino que es responsabilidad de cada persona crearlo. Es decir, no llegará el momento perfecto para que seas feliz, ni para que te sientas agradecido con quienes te rodean, tendrás que construirlo activamente.

Esta es una de las razones por las cuales, bajo un punto de vista muy personal, frases del tipo: cuando tenga más tiempo haré ejercicio, cuando esté de vacaciones comenzaré a leer, cuando tenga más dinero pasaré más tiempo con los míos… me parecen una farsa y una gran excusa para no hacernos responsables de tener la vida que queremos, nos volvemos espectadores y víctimas de las “circunstancias”.

Cosechas lo que siembras, recibes lo que das

Me encantaría dejar mi puesto de trabajo para tener más tiempo para mis aficiones pero, tengo una hipoteca que pagar, las letras del carro y… cubrir las necesidades de mis 3 hijos. La pregunta del millón, ¿alguien te forzó a que te comprometieras con todo ello? Si vives dentro de un país libre y democrático, lo más seguro es que no. Tú escogiste voluntariamente dejar entrar todas esas responsabilidades en tu vida.

Y ojo, el contexto antes descrito no es malo, ni bueno. Es neutro. Sino que muchas veces es tomado como excusa para no hacer aquello que genuinamente queremos. Todos los seres humanos disponemos de 24 horas al día, réstale 8 para dormir, 8 de tu jornada laboral, 2 para moverte de un sitio a otro… y te quedan 6 horas. ¿Seguro que en esa cantidad de tiempo no puedes hacer, por poco que sea, aquello que deseas?

Si hoy fuera tu último día, ¿te irías agradecido con la vida?

La idea principal que te propongo en esta entrada es que cada día, así sea un par de horas, hagas todo aquello que te acerque a la vida que quieres tener. No te limites a conformarte con lo que la vida te “da”, y lo pongo entrecomillado porque esta te dará lo que tú mismo construyas. Puedes ser feliz siendo empleado, teniendo una hipoteca por pagar, hijos que mantener pero, este estado de consciencia deberás trabajarlo.

Como bien sabes, quejarse no sirve de un carajo. Así que toma cartas en el asunto, hazte responsable de tener la vida que quieres y cada día acércate más hacia ella. No será fácil, seguramente fracasarás muchas veces durante el camino pero, al final, cuando mires hacia atrás el sentimiento de orgullo por haberte convertido en el protagonista de tu vida, recompensará con creces todo el esfuerzo.

¡Sé una mente indomable!