Cuando puedas apreciar el silencio habrás encontrado a dios

Todas las miserias de la humanidad se deben a una sola cosa: a que somos incapaces de estar sentados solos y en silencio en una habitación.

Blaise Pascal

En un pasado muy lejano los seres humanos éramos dioses. Pero debido a nuestro infantilismo, abusamos tanto de nuestros privilegios que la vida, el universo, dios o como prefiramos llamarlo, nos quitó dicho poder. Y decidió esconderlo en el lugar en el que menos buscaríamos y que —por tanto— fuera el más difícil de encontrar. De este modo, la vida quería que reconectáramos con nuestra divinidad cuando verdaderamente hubiéramos madurado.

“¡Enterremos el poder de la divinidad bajo tierra!”, le sugirió su comité particular de eruditos. “¡Ya veo que ignoráis hasta qué punto los seres humanos son tozudos”, replicó la vida. “Explorarán, excavarán y destruirán la tierra hasta que un día darán con el escondite”. “Entonces, ¡arrojémoslo al fondo de los océanos”, propusieron los eruditos. “No me convence, pues sé por experiencia que no saben estarse quietos. Allí también lo buscarán”.

“¿Y si lo escondemos en la Luna?” La vida rió. “Por absurdo que os parezca, los seres humanos se gastarán una fortuna en naves para intentar conquistar el espacio”. El comité de eruditos, perplejo, se quedó en silencio, sin saber qué decir. “Según lo que afirmas, no hay lugar bajo la tierra, en el fondo de los océanos e incluso en la Luna donde los seres humanos no vayan a mirar nunca”.

Tras escuchar estas palabras, la vida tuvo una revelación. “¡Ya lo tengo! ¡Esconderemos el poder de la divinidad en los más profundo de su corazón, pues es el único lugar donde a muy pocos se les ocurrirá buscar”. Cuento del libro Aplícate el cuento, de Jaume Soler y Mercè Conangla.

Si no eres feliz con lo que tienes, tampoco lo serás con lo que te falta

Considero que esta frase, bien entendida, supone una gran liberación interna. En otras palabras, entender que nada ni nadie externo podrá hacernos sentir completos ni mucho menos dichosos, puede ser algo en un principio aterrador, porque nos hace responsables absolutos de nuestra felicidad, de llevar una vida plena. Sin embargo, al mismo tiempo, nos brinda una tierra fértil donde cultivar aquello que nos brinda paz.

Eso sí, hemos de reconocer que debemos cubrir antes unas necesidades fisiológicas básicas: como la alimentación y tener un lugar donde cobijarnos y descansar. Para esto, me agrada tomar la pirámide de Maslow como referencia. Ya que si no hemos satisfecho el nivel más bajo de la pirámide, será harto difícil que podamos experimentar peldaños más altos dentro de la misma, como el de la autorrealización.

La meditación como camino hacia tu riqueza interior

Me parece que, de forma general, las personas no meditan porque creen que es algo difícil de hacer o porque se escudan en que no tienen tiempo… 🤔 Sin embargo, he podido comprobar que meditar se traduce en cosas tan sencillas como poner más atención a lo que hacemos. O sentarnos en silencio en un lugar tranquilo y estar pendientes de si hay algo en nuestra mente que nos perturba.

El mayor beneficio que he obtenido al meditar es el hecho de no responder tan reactivamente ante lo que me sucede, sea “bueno” o “malo”. Considero que he ganado unos segundos importantísimos entre el estímulo, interno o externo, y mi respuesta. Y aún cuando respondo reactivamente, tardo mucho menos en darme cuenta de que respondí impulsivamente. Y esto me permite tomar acción para enmendar aquello que pudiera haber dañado. 😌

Cuando puedas apreciar el silencio habrás encontrado a dios

Llámalo dios, llámalo vida plena, existencia dichosa, nirvana o séptimo cielo… es indistinto. Ten siempre presente que las palabras son solo indicadores, lo importante es el mensaje o significado que transmiten. Comprendo que escribir sobre el silencio es un tanto contradictorio, con todo, opino que es necesario. Porque el silencio y la quietud en la sociedad moderna, sobre todo en la occidental, están muy mal vistos.

Mediante la publicidad, las empresas que componen y fomentan la sociedad de consumo, nos bombardean sin parar con mensajes que nos “invitan” a pensar que necesitamos algo o a alguien externo para sentirnos bien en nuestro interior… ¿Notas la incongruencia? 👀 Se nos invita a pensar que debemos visitar un país distinto al nuestro para encontrarnos a nosotros mismos. Es decir, bajo esta lógica, no puedo sentirme pleno sentado en silencio en el parque que queda cerca de mi casa. 🤷‍♂️

No se trata de vivir mientras meditas, sino de meditar mientras vives 🧘

En otras palabras, haz lo que te gusta, continúa haciendo lo que ya haces, solo ponle más atención. Cada día procura estar un poco más consciente. Date cuenta de la belleza y los tesoros que te rodean. El silencio y la meditación no son algo reservado para los monjes del Tíbet. Dado que perfectamente puedes estar muy presente mientras cumples con tu trabajo. Así como también sentirte dichoso sentado en el parque de tu barrio. 🌲

Yo, de vez en cuando, salgo a tomarme un par de 🍻; cuando quiero aprender algo nuevo compro libros o cursos. Que te agrade el silencio y la meditación no significa que debas vivir de espaldas a la sociedad contemporánea. Lo que sí significa es que formarás parte de esta desde una posición más madura y responsable. Escogiendo solo aquello que esté en armonía con tu verdadera forma de ser. La cual, por cierto, solo descubrirás pasando tiempo en soledad. 😉

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