Lo último que se pierde es la esperanza
¿Por qué será que cuando pensamos que un problema no tiene solución, esta aparece repentinamente delante de nosotros? ¿Por qué será que cuando hay motivos suficientes para rendirse, tenemos un pálpito que nos dice que sigamos adelante? En la entrada anterior te conté que mi hija gatuna Blacky, estaba perdida, y esta misma semana decretaron confinamiento en la ciudad en la que vivo. ¿Alguna razón más para rendirme y pensar que no regresaría?
Hace unos días atrás comenzamos a pegar carteles por nuestro barrio con la foto de Blacky, indicando que estaba perdida y que si la veían nos llamaran. Un par de personas llamaron, nos dijeron que la habían visto en una panadería cerca de casa. Sin embargo, no dábamos con ella. Ayer se cumplían tres días de que no regresara, y encima ayer comenzaba el toque de queda que solo nos dejaba salir hasta las 20:00 y nuevamente a las 05:00 del próximo lunes. Todo parecía jugar en nuestra contra.
La noche es más oscura justo antes del amanecer
Evaluamos la posibilidad de salir un par de horas a pesar del toque de queda, y en caso de que nos parara una autoridad del estado, haríamos alusión a su compasión explicándole porqué estábamos fuera. Llamó nuestra atención que hoy a las 04:00 AM, unos gatos se estuvieran peleando delante de casa, al asomarnos, para nuestra sorpresa, vimos que uno de ellos era Blacky. Debo reconocer que sentimos un gran alivio al saber que estaba viva y sana.
Salimos detrás de ella para tratar de cogerla y traerla de vuelta a casa. Lo conseguimos y, afortunadamente, ya está con nosotros otra vez. Estos días sin ella se han sentido, literal y figurativamente, como si faltara una parte muy importante de nuestras vidas. La angustia que sentíamos al no saber ni dónde estaba ni si se encontraba bien, no se la recomiendo a nadie. Si ayer me sentía agradecido, hoy me siento el doble porque ha regresado.
Da gracias todos los días por lo que tienes y por quienes te rodean
Como ya te comenté, no comparto mucho la idea de que solo apreciamos algo o a alguien cuando lo perdemos. Más bien, sí que lo hacemos solo que una vez lo perdemos, tenemos la sensación de que no fue suficiente. Considero que ese sentimiento lo tendremos siempre ante una pérdida, sin embargo, me parece mejor decisión enfocarnos en estar agradecidos diariamente con lo que tenemos y por quienes nos rodean.
No niego que en algún momento se me pasara la idea por mi mente de que no regresaría Blacky. Con todo, lo único que no paraba de repetirme y pedir al universo/Dios, es que dondequiera que se encontrara estuviese bien. Pero bueno, aquí está de nuevo con nosotros, nuevamente ya tengo a mi compañera autoinvitada de lectura. Por otra parte, estos días también fueron de mucho aprendizaje, uno que no llegó de la mejor manera pero, que sin duda, será permanente.
Para finalizar, quiero sintetizar a lo que te invito en un párrafo: sé agradecido con lo que tienes y con quienes te rodean siempre que te sea posible. No esperes a que sucede X o Y en tu vida, no esperes al momento perfecto, porque no llegará. Hazlo desde hoy en adelante. En tu vida ya hay abundancia, tú ya eres abundante, solo falta que te des cuenta y comiences a vivir desde esa postura.
¡Sé una mente indomable!
Vegano. Amante de los animales y los libros. Actualmente trabajo como Especialista en DevOps en alguna parte.
Muy agradecida de que Blacky haya regresado.
Una historia muy 😍, hay que agradecer lo que se tiene.