El propósito de la vida, si es que tiene uno, es vivir cada día, cada minuto

Soul, de Disney Pixar

¿Te has preguntado alguna vez cuál es el propósito de vivir? ¿Has reflexionado sobre si la vida tiene algún sentido? Yo muchas veces, la verdad. Sin embargo, al hacerlo, suelo terminar con más preguntas que respuestas. Acabo con más dudas que las que tenía. En la entrada de hoy compartiré mi interpretación, muy personal, de la película Soul, así que, si no la has visto, no te recomiendo seguir leyendo. Advertido quedas.

¿Qué? ¿Ya la viste? Bien. ¿Qué opinión te merece? A mí me pareció una obra maestra, me atrevería a decir incluso que una de las mejores que he visto. Es probable que tenga esta percepción por el punto de mi vida en el que me encuentro. Estoy próximo a llegar a los 30, ese momento de transición en el cual lo que hace no muchos años llamaba mi atención se convierte en superfluo. Ese momento de transición en el cual lo que busco es pasar más tiempo en compañía de mí mismo y de la quietud.

Estás a un solo paso de la muerte, siempre, así que más vale que te sientas vivo en cada momento

Como sabrás, el protagonista de la película muere al caer en una alcantarilla profunda. Así que, literalmente, la muerte estaba a solo un paso. Al llegar al más allá, Joe, dice una frase que resume en gran medida qué percepción tenía él de todos los años que había vivido: no puedo morir justo ahora, porque ahora estoy empezando a vivir. Es decir, y durante todo el tiempo transcurrido, ¿qué estuvo haciendo? Lo que muchos seres humanos hacen, ver un día pasar atrás de otro. Sin sentido alguno.

Aquí vino la primera gran reflexión a la que me llevó la película: si la vida tiene algún propósito, debe ser el de vivir y sentirse vivo cada día, cada minuto. Indistintamente del momento y el contexto en el que nos encontremos. Porque, imagínate que mueres, ¿te gustaría irte con la misma idea de que pasaste por la vida sin realmente vivirla? En otras palabras, debemos experimentar plenamente los momentos amargos y dolorosos, así como los que son felices y agradables.

Todo lo que hacemos y todo lo que nos sucede, no tiene un sentido en sí mismo, somos nosotros quienes se lo otorgamos

Joe, según el nivel de consciencia en el que se encuentra, percibe de dos formas muy distintas el mismo acontecimiento. Un ejemplo, el haber sido profesor de música durante varios años. Al principio, lo veía como un fracaso, como algo negativo. Sin embargo, una vez comenzó a vivir más consciente y plenamente, lo vio como la oportunidad de mejorar y tocar la vida de otras personas a través de la música. El hecho seguía siendo el mismo, lo que cambió fue su manera de interpretarlo.

Por lo tanto, y aquí vino mi segunda reflexión, lo que hacemos y lo que nos sucede no es importante, es más, no tiene sentido alguno. Quienes definimos la importancia y le damos el sentido, somos nosotros, solo nosotros. Y tomar esta postura supone una gran liberación. Porque recuperamos el poder y nos hacemos responsables de nuestra vida y, sobre todo, de vivir y sentirnos vivos cada día, cada minuto.

En resumen…

Tus hijos no son los que te sacan de quicio, eres tú quien les permite que lo hagan. Tu jefe no es quien hace miserable tu jornada, eres tú quien se lo permite. Por lo tanto, hazte responsable de darle el verdadero sentido y propósito a tu vida, vivir y sentirte vivo en cada momento. Indistintamente de lo que suceda afuera. Y ojo, no te estoy proponiendo que soportes siempre situaciones que consideres te hacen sentir miserable, para nada, solo a que no busques culpables fuera cuando la solución está dentro.

Para finalizar, durante nuestra vida tendremos experiencias buenas y malas, algunas agradables y otras dolorosas. Con todo, no experimentarlas en su totalidad sería negarnos a la vida, y si nos negamos a esta, ¿qué propósito tendría vivir entonces? Por ello, te invito a que vivas sabiendo que la muerte está a solo un paso, siempre, así que es esencial que aprecies plena y conscientemente cada día, cada minuto.

¡Sé una mente indomable!

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