Como cuando te niegan un aumento de sueldo… otra vez

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“Tendrás más responsabilidades y gestionarás un mayor número de proyectos, eso sí, dentro del mismo horario y por el mismo sueldo”. Suena a oferta irresistible. “Tampoco contarás con un compañero con el mismo perfil para que distribuyan la carga laboral”. Me ha convencido, que sean dos para llevar… nótese el sarcasmo. ¿Te ha sucedido? ¿Te has encontrado o te encuentras en un contexto parecido? Opino que hay veces en la vida que ni siquiera obtenemos aquello que negociamos, mucho menos lo que merecemos.

¡Hola, querido lector! En la entrada de hoy quiero conversarte sobre como cuando te niegan un aumento de sueldo… otra vez. En esta situación me hallo actualmente. Hace un par de meses pedí un alza en mi salario por el trabajo que desempeño como ingeniero junior en DevOps. Con todo, dicho aumento fue rechazado. La razón principal por la que lo solicité fue porque mis responsabilidades laborales aumentaron y porque, bajo mi punto de vista, estoy realizando el trabajo que debería ser hecho por dos o más personas. Por otra parte, te adelanto que haré todo lo posible para que esta entrada esté escrita desde una posición constructiva y no victimista.

Saber qué es lo que quieres y hacia dónde te diriges, es indispensable en los tiempos que corren

Atrás quedó la era industrial. Algunos expertos dicen que ya pasamos la era de la información y que nos encontramos actualmente en la era de las ideas… Entonces, yo me pregunto, ¿por qué seguimos asignando, de forma general, a todos los empleos el mismo horario de trabajo? Me explico. Como mencioné hace unos párrafos, profesionalmente me desempeño como ingeniero en DevOps, así que la labor que realizo es muy distinta a la que hace, por ejemplo, un cajero de supermercado. En esta última no tiene sentido optimizar continuamente el tiempo que toma una tarea, atender a un cliente en este caso, ya que la única “recompensa” será más carga laboral.

Sin embargo, esto difiere enormemente en la profesión que hago. Dado que en esta optimizar y automatizar la mayor cantidad de tareas es uno de los objetivos principales. Para así disponer de mayor recurso disponible, la mente del colaborador, y destinarlo a labores que agreguen mayor valor y a generar ideas de alto impacto. Tomando esto como precedente, fue que propuse modificar mi horario de trabajo. Propuesta que fue aceptada, debo añadir. Por ello, considero que es bueno tomar distancia y entender qué es lo que queremos realmente, en mi caso era tener más tiempo libre para dedicarlo a proyectos personales y compartir con mi familia.

Los problemas de dinero no siempre se solucionan con más dinero, sino con inteligencia financiera

Como ya comenté, la principal razón para solicitar un aumento de sueldo no fue porque quisiera más dinero per se, sino para que por parte del empleador se reconociera el incremento de las responsabilidades del cargo. Ya que aquel me fue negado, me pregunté qué es lo que podía hacer para acelerar mi camino hacia mi libertad financiera con el mismo nivel de ingresos. Es decir, puse mi atención en aquello sobre lo que sí tengo influencia (factor interno) y no sobre lo que solo supone una preocupación (factor externo). Las conclusiones a las que llegué fueron las siguientes:

  1. Gastar menos de lo que ingreso
  2. Ahorrar e invertir el 30% de lo que gano
  3. Ahorrar e invertir el 80% de cualquier ingreso extra
  4. Obtener mayor conocimiento técnico-profesional para postularme a ofertas de empleo mejor remuneradas

Gran parte de estas ideas son de un libro que recomiendo sobremanera llamado “Tu llave a la libertad financiera“, del cual también extraje la imagen que está más abajo. En ella se nos invita a dividir nuestro ingreso de la siguiente forma: 20% para ahorro, 10% para inversión y el 70% restante para otros gastos. Entiendo que no todos tenemos la misma situación económica ni las mismas responsabilidades. Yo soy un hombre soltero, sin hijos y que vive en casa de su abuela. Por ello, mi porcentaje de ahorro es más alto que el de unos padres de familia. Eso sí, opino que al menos la primera de las 4 ideas deberíamos aplicarla todos los que generamos dinero de forma activa.

Si gastas más de lo que ganas, y no tienes ingresos pasivos, siempre dependerás de un empleo

Debo confesar que me agrada mucho el trabajo que realizo como ingeniero en DevOps. Con todo, he de reconocer que no me visualizo con 60 años haciendo lo mismo. Hay otras actividades que llaman mucho mi atención, sin embargo, por ahora solo quedan como aficiones o pasatiempos ya que no son fuentes sustanciales de ingreso. Aunque, me pregunto, ¿todo lo que hacemos debe darnos un beneficio económico? Yo considero que no, por ello, aprovecho esta entrada como excusa para hacer especial hincapié en que TODOS deberíamos contar con alguna fuente de ingreso pasivo.

Y ojo, no hablo de tener propiedades en renta, abrir tu propia cadena de restaurantes o revolucionar el sector automotriz con el próximo carro eléctrico. Puede ser algo menos complejo como invertir el capital que ahorraste durante 15 años en certificados de depósito a término (más abajo hay una imagen de ejemplo). En otras palabras, estarías poniendo tu dinero a trabajar por ti. Y este esfuerzo lo podrías seguir complementando con los ingresos que generas de manera activa, no son excluyentes entre sí. El inconveniente surge cuando, a una avanzada edad, solo cuentas con un tipo de ingreso que depende exclusivamente de que tú estés presente.

Invirtiendo en un CDT de $15.000 a 180 días (6 meses), podrías generar casi $500 de forma pasiva

Un mensaje de mi yo del futuro

“Hola, Rodrigo de 28 años. Te escribe tu yo de 82. Te comento que finalmente logré que mis ingresos pasivos costearan mi estilo de vida (libertad financiera) a los 55. Eso sí, todavía no me jubilo, aunque actualmente trabajo por mero placer. Alrededor de los 40 años le di un giro de 180° a mi carrera profesional, me centré íntegramente en la creación de contenido multimedia para internet y te cuento que es algo que hago hasta el sol de hoy. Aprovecho mi tiempo libre para meditar, para contemplar el paisaje del mar sin más en compañía de mi perro y mis gatos. Parece que esto último no ha cambiado mucho con el pasar de los años.

Si me permites, me agradaría dejarte un par de recomendaciones que te pueden ser de utilidad:

  • Valora tu tiempo, es tu mayor activo, sobre todo el que compartes contigo mismo y con tus seres queridos.
  • Tente paciencia, sé amable contigo y con los demás; y recuerda siempre ser constante.
  • Con respecto al dinero, gasta menos de lo que ganes y desarrolla lo más que puedas tu inteligencia financiera. Cuanto antes comiences a invertir, mucho mejor. Ten presente el poder del interés compuesto.
  • Recuerda que los cimientos para una buena vida son: el descanso, una alimentación saludable basada en plantas y el ejercicio físico.

Poco más tengo por agregar antes de despedirme, quizá decirte que tu profesión no define tu identidad ni mucho menos. Céntrate en construir un mundo interior que sume al mundo exterior que construimos todos de manera colectiva.

¡Sé una mente indomable!

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