Cómo encontrar la verdadera felicidad… y no, no está en tu pareja

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Cuando tenga más dinero seré feliz. Cuando tenga más tiempo libre seré feliz. Cuando tenga pareja seré feliz. ¿Por qué solemos pensar que la felicidad procede de cosas externas, cuando realmente esta nace en nuestro interior? Nosotros somos quienes le damos ese significado alegre y de satisfacción a lo de fuera. Ten presente que la realidad y todo lo que hay en ella es neutro, es decir, por sí mismo carece de sentido alguno. En la entrada de hoy quiero invitarte a reflexionar que nunca es lo de fuera lo que nos hace felices, sino lo que hay en nuestro interior. Por lo tanto, al tener el control sobre nuestro diálogo interno, podremos sentir felicidad y plenitud indistintamente de las condiciones externas.

Muchas veces creemos, yo el primero, que al hacer esto o aquello, al conseguir esto o aquello, al visitar este o aquel país… llegaremos a un estado de felicidad sin precedentes. Sin embargo, comprobamos de mala manera al alcanzar lo que deseábamos, que hemos sido felices solo durante un período de tiempo muy corto. Saboreamos la felicidad por un momento muy fugaz. ¿Te ha pasado alguna vez? Estoy más que seguro que sí. Como también lo estoy de que en ese momento, cuando te das cuenta de que no has sido tan feliz como esperabas, te propones nuevamente buscar otra cosa/actividad que, supones, sí te hará feliz. Y caes en una espiral infinita donde anhelas y haces cosas pensando que alguna de ellas te brindará alegría y satisfacción.

No es lo de fuera, sino lo de dentro lo que nos hace felices

Quiero irme a las Bahamas para desconectar, divertirme y ser feliz. ¿Qué me impide ser feliz en mi situación actual? Sin salir de mi dormitorio ni del país en el que me encuentro actualmente. Quiero encontrar una pareja para ser feliz. ¿Por qué no puedo sentir felicidad estando soltero? Ojo, tener pareja es algo constructivo siempre y cuando no busques que la otra persona te complete, sino que te complemente como un ser completo que busca compartir su tiempo desde la abundancia con otra persona y no desde la necesidad. Mis hijos son mi felicidad y no sé qué haría sin ellos. Admito que sería doloroso despedirme de mis hijas no humanas, con todo, sé que podría seguir adelante yo y reconstruir nuevamente mi estilo de vida.

A lo que quiero llegar con todos los ejemplos anteriores es que nunca es lo de fuera lo que realmente nos hace felices, sino el significado que nosotros mismos le asignamos desde nuestro interior. Por ello es fundamental que te lleves bien contigo mismo. Te pongo un ejemplo bastante sencillo, imagina que piensas que comerte un helado sabor a chicle es todo lo que necesitas para estar/sentirte feliz. Vas, lo compras y te lo comes. Pero, ¡oh, sorpresa! No sientes más felicidad que antes. ¿Entonces? Cometiste el gran error de otorgarle una responsabilidad que no le correspondía al objeto externo, el helado en este caso, sino a ti en tu interior. Muy probablemente con un poco de respiración profunda y consciente, te habrías dado cuenta de que no lo necesitabas.

No hay un solo tipo de felicidad que aplica para todos, debes construir la tuya propia

Que no te engañen y, sobre todo, no te dejes engañar. La verdadera felicidad, aquella que mejor se acopla a ti, no se vende en escaparates ni se anuncia en la televisión. Es más, puede que todavía ni exista, por eso es fundamental que experimentes y te des cuenta en qué momentos de tu vida sientes más alegría y agradecimiento. Puede ser que te llene de dicha pasear con tu perro los domingos por el bosque. O acariciar a tu gato mientras ves la lluvia a través de tu ventana. Insisto, experimenta, que no te de miedo ni vergüenza. Ya que el precio a pagar si no te atreves a descubrir qué es lo que te hace verdaderamente feliz, es una vida vivida a medias. O una vida que ni siquiera es tuya.

Te adelanto que también verás cómo algo que antes dejabas que te hiciera feliz ahora ya no lo hace más. Por lo tanto, es muy importante que no crees una imagen de ti mismo esculpida en piedra. Eres un ser vivo, y como tal, estás en constante crecimiento y cambio. Por ende, atrévete a probar cosas nuevas, actividades nuevas. Yo estoy pensando en aprender a surfear. Quién quita y se convierte en mi nueva afición favorita. Como te digo, somos seres vivos y por lo tanto, si nos quedamos estancados, al igual que le pasa al agua, nos pudrimos. Así que, adelante, tu felicidad, la felicidad verdadera, es tu responsabilidad absoluta. Nadie más se hará cargo por ti.

En resumen…

  • La verdadera felicidad siempre proviene de dentro. En otras palabras, tú escoges sentirte feliz, sentirte agradecido. No hay nada externo que, sin tu permiso, pueda hacerte sentir de esa manera.
  • Tu felicidad es una responsabilidad absolutamente tuya. Nadie se hará cargo por ti de que tú estés feliz.
  • No existe una felicidad universal, eres tú quien debe determinar qué es lo que permites que te haga sentir alegría y satisfacción y trabajar para construir las condiciones que te permitan disfrutar de ello.

¡Sé una mente indomable!