Paga con las mismas ganas que cuando cobras

Photo by Markus Spiske on Unsplash

Imagina que llegó el estado de cuenta de tu tarjeta de crédito. Y, posterior a este, la tan “esperada” fecha de pago. ¿Qué sientes? ¿Los recibes con la misma alegría que cuando tienes algún ingreso? Si no, esta puede ser una de las razones por las cuales no tienes abundancia económica. Me explico, al pagar desprendemos energía y, si no lo hacemos gustosos, ¿de qué tipo consideras que será esta?

Ten presente que el universo/Dios es muy sabio, siempre nos devuelve el doble de aquello que damos. Por lo tanto, si la energía que emites nace de la desgana, la envidia y la escasez, ¿qué crees que volverá multiplicado a ti? Hoy quiero proponerte algo que puedes poner en práctica de forma inmediata: cuando pagues, por servicios o cosas que compraste, hazlo tan gustoso como cuando cobras.

Pagarás con más ganas por aquello que agregue valor en tu vida

Bajo mi punto de vista, pagar no gusta tanto como cobrar porque solemos pagar por cosas/servicios que vemos como obligaciones y no como algo que escogimos conscientemente. Entonces, ¿el problema está en pagar, en lo que pagamos o en nuestra forma de percibir lo que pagamos? Si eres una mente indomable, tendrás muy claro que todo lo que pasa en este mundo es neutro, y que somos nosotros quienes le damos significado.

Aquí se presentan dos caminos, no excluyentes entre sí:

  • Nos reorganizamos, depuramos y definimos nuevos valores mediante los cuales compraremos y pagaremos por servicios de aquí en adelante.
  • Trabajamos nuestra mentalidad y buscamos el aprendizaje dentro de lo que nos perturba actualmente. Lo que pagamos seguirá siendo lo mismo, pero nuestra forma de percibir el hecho de pagar, se habrá transformado.

Como te digo, son decisiones que no se anulan entre sí. Puedes perfectamente establecer nuevos valores para comprar o pagar por servicios y, a la vez, comenzar a pagar gustoso por aquello que antes lo hacías desde la escasez y la pobreza mental. Por otra parte, sé de los que practican lo que predican porque, ¿cómo puedes pedir que te paguen puntuales y gustosos, cuando tú no lo haces?

Da gracias por cada servicio u objeto que, de alguna forma, mejora tu vida

En las próximas líneas seré un poco egoísta y narcisista, porque haré un listado de los servicios/cosas a los/las que doy gracias por mejorar mi calidad de vida y por los/las cuales pago con las mismas ganas que cuando cobro:

  • Spotify: gracias por permitirme compartir momentos muy agradables mientras viajo con mi madre y mi perra Azúcar.
  • Platzi: te doy gracias por mostrarme que no todos aprendemos de la misma forma y que nunca hay que parar de aprender.
  • WWE Network: agradecido por inspirarme a estar en mejor forma física y a comprender que todo gran resultado requiere de un esfuerzo de tamaño similar.
  • Xiaomi Mi Band y Mi Body Composition Scale: por permitirme llevar un control de mi composición corporal mucho más precisa y, sobre todo, saludable.

Tranquilo, ya terminó mi momento de egocentrismo. Prosigamos. Creo que la idea va quedando más clara. El problema no reside en pagar, sino en nuestra percepción del hecho de pagar. Por lo tanto, tienes que convertirte en un consumidor mucho más consciente y escoger, con sumo cuidado, lo que compras y los servicios por los que pagas. Claro está que, cuando llegue el día de pago, tu actitud ante este será de agradecimiento.

Atraemos multiplicada la energía que mandamos al mundo

El dinero no deja de ser una herramienta de intercambio, es neutro por sí mismo. Por ello, lo importante reside en la energía que nosotros plasmamos en él. Si la energía cuando realizas tus pagos es positiva, ten por seguro que esta regresará multiplicada. De la misma forma, si tu energía está contaminada, es negativa y está llena de escasez… no esperes que el universo/Dios te envíe frutos que no sembraste.

Para finalizar y resumir la idea: paga con las mismas ganas que cuando cobras, porque así estarás atrayendo a tu vida abundancia y riqueza no solo material, sino mental y espiritual. Como dice el gran Borja Vilaseca, no te creas nada de lo que digo, experiméntalo por ti mismo y cuéntame cómo te va. Yo he podido comprobar que cuando pago con gusto aquello que agregó valor en mi vida, la dicha regresa duplicada.

¡Sé una mente indomable!