Por qué despertarte temprano no te hace más exitoso

Photo by Adriano Pucciarelli on Unsplash

¿Sabes a qué hora se despierta el actual CEO de Apple, Tim Cook? 3:45 a. m.. ¿Y Michelle Obama? Entre las 5 y las 6 a. m.. Probablemente pienses que el éxito personal que han logrado, se debe a la hora en la que se levantan, sin embargo, esto no es del todo cierto. Porque de poco serviría despertarse tan temprano si no se tuvieran unos objetivos concretos. Hoy quiero invitarte a que dejes de preocuparte tanto por la hora en la que te levantas, y te ocupes más de tener unas metas bien definidas.

En lo personal, me despierto a las 4 a. m., ¿para qué? Puede que te preguntes. Primero, permíteme ponerte en contexto. Actualmente, trabajo en relación de dependencia, con un horario de 08:00 a 18:00. Con el pasar de los meses, me percaté que después de las 6 p. m. mi mente ya no era tan eficiente como por la mañana. En otras palabras, funcionaba casi en piloto automático. Y esto no me servía si quería realizar actividades como leer, tomar algún curso en línea, hacer ejercicio, entre otras…

Antes de poner una alarma a las 5 a. m. define muy bien qué quieres conseguir

Despertarme tan temprano, no fue algo que comenzara a hacer de un día para el otro. Me tomó tiempo. Sin embargo, durante todo ese tiempo estuve, y lo sigo estando, convencido de que aún no había alcanzado mi mejor versión. Una más consciente, más generosa, más activa, entre otros aspectos… Esto me llevó a definir ciertas metas concretas, entre ellas:

  • Leer 30 minutos diarios
  • Dar 10.000 pasos al día
  • Conseguir 100 puntos en Duolingo cada mañana
  • 5 minutos en Drops al despertar
  • Pasear con mi perra cada día sin excepción
  • 30 minutos de estudio en línea diariamente

Y ojo, este listado no es estático. Puedo añadir o quitar metas. Todas ellas, como mencioné en el párrafo anterior, conforman mi objetivo más grande de estar constantemente creciendo y desarrollándome como ser humano. Puede que nunca alcance mi mejor versión, con todo, me llama más la atención una vida en la que intenté alcanzarla, que una en la que me resigné a ni siquiera intentarlo. Por ello, lo que marca la diferencia no es la hora en la que te despiertas, sino el enfoque con el que te despiertas.

Atrévete a tener la conversación que muy pocos se atreven a tener, una contigo mismo

Soy de los que piensan que muy pocas personas se conocen y se aceptan realmente, ¿por qué? Te preguntarás. Pues porque poca gente se atreve a reconocer sus debilidades y, aún menos, a aceptar que tiene un lado oscuro. Y no, por lado oscuro no me refiero a nada extremo como delinquir o asesinar. Sino a esos pequeños defectos que todos tenemos y que nos esforzamos por ocultar. Como aquel que come sano de lunes a viernes pero, los fines de semana consume una cantidad ingente de su helado favorito.

El hecho de no querer aceptar que hay ciertas partes de nuestra persona que pueden mejorar, nos mantiene atados. Me explico. Retomando el ejemplo de la persona saludable, quizá sea alguien que se ejercita y come como es debido diariamente, sin embargo, los fines de semana hace una excepción. Pero es algo que prefiere guardar en secreto. Diferente sería reconocer que no es saludable comer de esa manera, con todo, conscientemente tomar la decisión de hacerlo.

No te detengas aunque nadie comprenda por qué te levantas a leer a las 4 a. m.

Para resumir la idea principal de esta entrada en un párrafo: no importa si no te despiertas antes de que salga el sol, lo que sí importa es que te despiertes a hacer aquello que consideraste que te acercará a tu mejor versión y a cumplir con tus metas. Por ello, antes de unirte a cualquier club, al de las 5 a. m. por citar alguno, define muy bien qué es lo que quieres conseguir en la vida y, sobre todo, que no te detenga el que los demás no entiendan el porqué lo haces, lo importante es que sea importante para ti.

¡Sé una mente indomable!

Posdata: recuerda que puedes unirte a mi canal de Telegram, donde podrás chatear con mentes indomables como tú.

Escúchalo en formato de podcast: