Por qué aprendo más siendo autodidacta que yendo a la universidad

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Antes que nada, estimado lector, te comento que esta entrada está basada exclusivamente en mi propia experiencia, es decir, no tiene por qué coincidir con lo que tú hayas vivido dentro del sistema educativo convencional. Dicho esto, comienzo.

¿Te has preguntado alguna vez si existe una mejor forma de obtener conocimiento que asistir a una clase universitaria? Donde, probablemente, estarás rodeado por 29 personas más y donde, generalmente, el sentido de la misma, ¿va en una sola dirección? Yo sí, de hecho, lo hice desde que estaba en secundaria. Etapa en la cual comencé a mostrar cierta rebeldía e inconformidad con la manera en la que me obligaban a “aprender”. Me cuestiono con bastante frecuencia por qué, si cada ser humano aprende de forma distinta, se promueve tanto este modelo de educación. El cual fue creado para una era que ya ni siquiera existe, la era industrial.

El sector profesional se actualiza mucho más rápido que una malla curricular

Actualmente, me desempeño profesionalmente en el campo de la informática. Trabajo como especialista en DevOps. Con más frecuencia de la que me gustaría, compruebo cómo lo que me ofrece una carrera universitaria queda desactualizado antes incluso de culminarla. Entonces, ¿tendría sentido apuntarme a sabiendas de que cuando la termine deberé investigar qué es lo que necesita en la actualidad el mercado laboral? Bajo mi punto de vista, no. Y ojo, me refiero específicamente a los estudios que tardan más tiempo del necesario, 5 años, por ejemplo. ¿Por qué no hacerlos más específicos, más prácticos y que estén casi que a la par con el sector profesional?

Entiendo que existen otras presentaciones de estudio dentro del sistema educativo convencional: doctorados, maestrías, tecnologías, etc. Con todo, aquí llega mi primer gran pero con este: el estudiante se debe adaptar a lo estudiado y no al revés. En otras palabras, el sistema educativo convencional tiende a dar por sentado que todo aquel que desea obtener conocimiento lo hace desde las mismas condiciones. No importa si quien quiere aprender trabaja, si tiene otras responsabilidades más prioritarias, su disponibilidad de tiempo, entre otras…

Supongamos que trabajas, y que tu carga laboral fluctúa según el día. Hay veces que tienes menos tareas y por lo tanto tu mente está menos cansada pero, en cambio, hay otros en los que tu cerebro acaba rendido. ¿No deberías estar en la posibilidad de ese día escoger qué tanto vas a estudiar sin que esto afecte al resto de tu ruta de aprendizaje? Vivimos en una época donde la tecnología mejora la condición humana, ¿por qué no aplicarla aún más en el ámbito de la educación? El estudiante debería poder decidir cómo, cuándo y qué tanto quiere aprender, dado que todos tenemos formas distintas de hacerlo.

Reproducir, pausar, retroceder… reproducir nuevamente para entender mejor

Este suele ser mi ciclo en mis clases en línea. Reproduzco el vídeo de la clase, pauso para comprender temas que desconocía y retrocedo cuando lo considero oportuno. Esto es muy distinto a lo que experimenté dentro del sistema educativo convencional, donde había un solo ritmo de aprendizaje. Es decir, si no comprendiste algo, así le preguntaras nuevamente al docente, lástima chico. Es lo que hay. También lo he vivido en el sentido contrario, comprendí algo a la primera y debo esperar hasta que el resto lo entienda. En cambio, en mis clases en línea simplemente aumento la velocidad a la que se reproduce el vídeo.

Continuando con el modelo de clases en línea pregrabadas… ¿por qué no nos ponemos también en los zapatos del profesor del sistema educativo tradicional? ¿Crees físicamente posible que dé la misma clase sobre el mismo tema con la misma eficiencia después de haberla repetido unas 5 veces a 4 grupos distintos? El profesor, por muy bueno que sea, no deja de ser un humano con sus limitaciones físicas. Necesitará descansar, pensar en otras cosas. Despejar su mente, etc. ¿Por qué no pregrabar la clase y que el tiempo en el aula solo se utilice para resolver dudas y hacer ejercicios prácticos? Sin embargo, nuevamente, desaprovechamos la tecnología para mejorar en este aspecto.

¿Cuál es el verdadero propósito del sistema educativo tradicional?

Cuando el alumno está listo, aparece el maestro.

Como comenté en párrafos anteriores, es un hecho que cada persona tiene una manera distinta de aprender. Por lo tanto, es más que probable que no todos lo estudiantes comprendan el valor de la enseñanza al mismo tiempo. Cada uno tardará lo que considere necesario. Bajo mi propia experiencia, solo ahora que tengo 27 años soy capaz de apreciar lo que me enseñaron mis profesores cuando tenía 13. Entonces, ¿no será que el sistema educativo convencional no está cumpliendo con el que dice ser su principal propósito, enseñar? ¿O será que realmente el propósito de este es otro?

Honestamente, no estoy en la capacidad de dar una respuesta objetiva y precisa. Si me atreviera a darla solo estaría suponiendo. Con todo, no he llegado hasta aquí para victimizarme, sino para animarte a que experimentes cuál es la mejor forma de aprender para ti. No hagas algo simplemente porque “así se ha hecho hasta ahora”, o porque “en mi familia todos fueron a la universidad”. Yo me atreví a dar el salto e ir construyendo mi método para obtener conocimiento. De hecho, considero que todavía no está terminado y que puede que no lo esté nunca. Sin embargo, puedo reconocer que me agradan los resultados que obtengo ciñéndome a él.

El mejor día para ser una mente indomable es hoy

Opino que siempre es un excelente día para cuestionarte lo que crees saber y tu manera de hacer las cosas cuando no estás consiguiendo lo que quieres genuinamente. Si me viese en la obligación de resumir esta entrada en unos cuantos pasos accionables, serían los siguientes:

  • Ten presente que TODOS aprendemos de manera distinta. No existe un sistema de educación mejor o peor per se, lo que sí existe es uno que se adapta mejor a tus necesidades.
  • Atrévete a experimentar, no solo hagas algo porque los demás lo hacen o porque “así se ha hecho hasta ahora”.
  • Define, antes que nada, por qué quieres estudiar lo que quieres estudiar. Considero que es MUCHO más importante el por qué que lo que escogiste en sí.

¡Sé una mente indomable!

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